El otoño ha cerrado las ventanas a cal y canto. Sin término medio, el clima riguroso del valle del Ebro es despiadadamente caluroso en verano, y el frío, el viento y la niebla entran abruptamente en nuestras vidas cuando todavía usamos mangas cortas.
No, no existe el entretiempo, qué le vamos a hacer.
Las tardes acortan sus horas de luz, que se verán diezmadas de forma brutal la próxima semana, cuando cambien el tiempo de nuestros relojes.
Y en esas tardes de vaso de leche con galletas, se producen los milagros. El milagro de escuchar vuestras risas cuando jugáis a la travesura de sentaros juntos en la cama de uno de los dos, esperando a ser encontrados por los mayores. El milagro de descubriros compartiendo deberes de verdad, y de mentirijillas. El milagro de veros viendo una película juntos, con un revuelto de pies, buscando sentir vuestra presencia.
Es una bendición saber que os queréis, saber que todas las personas a quienes yo quiero se quieren entre sí. Mi milagro.
8 comentarios:
Pues sí, es una suerte.
Una suerte inmensa que se tengan, para lo bueno y para lo menos bueno.
Y, como en todo, estoy segura de que algo habrás tenido que ver.
Besos.
Ana, junto a la imágen del "Mister" meciéndolos, creyendo que nadie veía su ternura medio escondida,las imágenes que llenan mi alma estos días de tanto cambio son esos instantes "junticos-junticos" que tan bien explicas...
Un besico, gracias por llenarme de ternura...creo que voy a echar una lagrimica.
Ayer mismo por la noche, me decía yo eso... que no me iba a ser posible descansar... pero que me encantaba ese revuelto de pieses y empujones... y quería parar el tiempo... pararlo... pararlo un poco ahí... en las risas de su mirada y en el calorcito de sus piesecillos.
Nos queremos, eso es lo único que importa!!!
Escribí esta entrada ayer, desde la oficina. Hoy, antes de leer vuestros comentarios, mis hijos han tenido una batalla campal, afortunadamente sin lesiones, pero me ha hecho sonreír mi optimismo patológico.
Un abrazo a todos. En cuanto pueda, volveré a entrar.
Mis hijas, son de aquella clase de hermanas, que se quieren tanto que a veces se abollan. Espero que los tuyos, también se abollen, de tanto cariño...
Besitos a los monstruos,
;-)
*Mevamaleta: sí... bendito thrombocid jajaja Me voy a besuquear a los guisantitos. Uno para ti.
"El roce hace el cariño", .. i el blau, i el "chante"(aviat sabràs el que és), i el puñNYetaSSZZo i un llarg etc... Visca el thrombocid. No podria imaginar-los d'una altra manera.
Jo estic segura que hem sembrat bé, anem regant, i els posem al sol. Si la llavor és bona, amb molta probabilitat ens sortiran bons arbres. Només caldrà anar podant, i redreçant. Una abraçada
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